Bailar Lindy Hop, una buena terapia

El Lindy Hop está de moda. Este baile, relacionado con el swing o el charleston, que se creó en Estados Unidos entre los años 20 y 40 del siglo XX, hace más de 80 años años, vuelve con fuerza. En muchísimas ciudades de Europa y América están emergiendo en los últimos años cantidad de escuelas y grupos de Lindy Hop que atraen a adultos de todas las edades. En Valencia hay grupos cada vez más numerosos de gente que se encuentran para bailar Lindy en la calle, en bares y salas.

¿Por qué este baile en concreto se pone de moda en estos momentos? Yendo como he ido a unas pocas clases y a algunos encuentros, y hablando con personas que confiesan estar «enganchadas» al Lindy Hop y al Swing, se me ocurren unas cuantas razones para que este baile sea ahora mismo tan atractivo en estos momento y para muchas personas suponga una auténtica terapia:

  • Es muy divertido
    . El ánimo que se genera bailando Lindy Hop es, sobre todo, divertido. Es un baile movido que incita al buen humor. Otros bailes como el tango, el vals o la salsa crean una atmósfera distinta, con tensión erótica, elegancia o sensualidad. La atmósfera del Lindy Hop es alegre y despreocupada, cosa que en estos tiempos parece ser un valor en alza.
  • Ayuda a establecer una comunicación corporal con el otro. La pareja que baila Lindy Hop mantiene todo el tiempo una conexión corporal a través del contacto con las manos y los brazos que permite a la persona que guía (leader) transmitir a la que persona que sigue (follower) qué movimientos vienen a continuación. El baile es un juego de pesos e inercias que necesita de esta conexión para poderse sincronizar. La pareja que baila establece una comunicación contínua a nivel corporal que se vive como algo muy auténtico.
  • Es una improvisación creativa.
    La conexión corporal permite convertir el baile en una improvisación entre dos que se desarrolla como un diálogo y una creación conjunta en el momento. Cuando se ve bailar a parejas expertas cuesta creer que el baile no sea una coreografía preparada de antemano. Proporciona el placer de sentir que cada vez que sales a bailar pasa algo diferente. Nunca dos bailes son iguales.
  • Es social y horizontal. El Lindy Hop se baila en pareja, pero en los encuentros de Lindy se fomenta mucho que todo el mundo baile con todo el mundo. En las clases las parejas van rotando de manera que todos los leaders bailan con todos los followers. Es una manera estupenda de desarrollar la capacidad de adaptarse a diferentes estilos, niveles y características personales, y una estupenda forma de relacionarse. En los encuentros se puede ver a personas de todas las edades, niveles técnicos y forma física. No es necesario ser joven, experto y atlético para disfrutar bailando. Si lo eres te luce mucho, pero si no lo eres te lo puedes pasar igual de bien.
  • La música es muy buena.
    La música apropiada para bailar Lindy Hop es música de jazz con swing y hay muchas orquestas de muchísima calidad que han tocado esta música desde los años 40. Algunos ejemplos de piezas conocidas que se suelen bailar pueden ser My Baby Just Cares for Me, de Nina Simone, o Bei Mir Bist Du Shein, de las Andrew Sisters, o varias piezas clásicas de Duke Ellington y su orquesta.
  • Es fácil de aprender y… ¡no es caro! Los pasos básicos de Lindy Hop se pueden aprender con unas pocas clases y casi desde primer día empiezas a tener la sensación de que puedes bailar. Además, en ciudades como Valencia varias veces por semana hay encuentros de baile («jams» y «clandestinos») que suelen ser muy baratos o gratuitos. Todo el mundo baila con todo el mundo. Los principiantes son bien recibidos (me consta) y ayudados a aprender por las personas que saben más. Los que acuden a estos encuentros con frecuencia además de a las clases aprenden a bailar enseguida.

Si tenéis más interés en el Lindy Hop podéis leer por ejemplo el artículo ¿Por qué el Lindy Hop es tan especial? en el blog de la escuela Black Bottom de Valencia. Esta escuela ofrece clases y también organiza «jams» (encuentros en los que ha menudo hay música en directo) y «clandestinos» (encuentros al aire libre abiertos al público en parques y plazas de la ciudad). Tienen también una página de Facebook.

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